… los sentimientos comienzan a movilizarse.
Al desandar el camino y retrotraernos en
el tiempo esos sentimientos van aglutinando hechos, nombres, situaciones… hasta
que logran encontrar el momento y el modo de
aflorar.
Un día, caminando por las galerías del
Instituto, escucho los sonidos del piano en el salón, es Malena en su clase de música me dije, y mientras
caminaba seguí escuchando. De pronto comenzaron a vibrar las voces y un verso
hizo que prestara más atención …“En lo alto cual guardián…” y más adelante…
“Venimos hasta aquí, oh! Cristo Redentor…”. Fue suficiente, esperé que
Magdalena Caraffa terminara su clase de Música para preguntarle qué es lo que
había escuchado y me dijo: es el Himno
del Colegio, quedé muda y
sorprendida, tal vez como muchos de ustedes que están compartiendo este espacio. Al cabo
de unos días, para el festejo de un acontecimiento especial seguramente, ese
Himno sonó a pleno en el establecimiento.
Pasó el tiempo, tal vez en dos o tres oportunidades más lo volví a escuchar, Malena
se fue y… el recuerdo quedó.
Cuando comencé esta aventura de escribir con
el corazón y evocar mis días en el Instituto, esos versos volvieron a mi
memoria, y entonces empecé la búsqueda. Finalmente apareció la única grabación
que había, al menos en el colegio, de este Himno; la Hermana Martha logró
encontrarla en un casette y me la acercó.
Al escucharla …comencé a imaginarme ahí
sentada en el salón de actos… Malena acariciando las teclas del piano ubicado
junto al escenario… las alumnas con sus guardapolvos blancos ubicadas en las
gradas… una de las solistas destacadas de Malena: Andrea Laporta con su
privilegiada voz, al costado de las gradas muy cerquita del piano… la emoción
contenida… y mis manos entremezcladas con otras en los aplausos finales.
Esto es lo que estoy compartiendo… no
solamente la grabación realizada en un
acto escolar con todos sus problemas de sonido y que rudimentariamente pude llevar a la computadora, sino los sentimientos que se
movilizan en mí al volver a escuchar ese Himno que salió de la pluma de otra de
mis compañeras de ruta: Susana Rubio de Antelo que, con profunda y exquisita
sencillez, describe el espíritu de nuestro colegio. Ojalá así llegue hasta ustedes.
Tal vez en algún momento deje de revivir
este hecho como una postal de mi imaginación y pueda sentir esa emoción que
sólo se palpita cuando el calor humano las envuelve… tal vez pueda volver a escuchar en vivo nuevamente este
Himno.
Tal vez porque soñamos…
María Adela Pon
Si te interesa conocer más sobre esos compañeros, los que acompañaron mi caminar durante 30 años y con los cuales juntos construimos esa comunidad del Instituto, te sugiero otros escritos del blog como Buscando raíces..., Extrañándote..., Esos infatigables caminantes..., Un recuerdo... un anhelo... y un adiós, Con sólo nombrarla..., Un comienzo... que se renueva, Y Dios sigue entretejiendo la historia...
Si te interesa conocer más sobre el ICR te sugiero otros escritos del blog como Dos ropajes... un único ideal, En el papel... también tiene su historia, No sólo los libros cuentan la historia..., Las imágenes que se fuerongestando ... desde 1979,
Si te interesa conocer más sobre esos compañeros, los que acompañaron mi caminar durante 30 años y con los cuales juntos construimos esa comunidad del Instituto, te sugiero otros escritos del blog como Buscando raíces..., Extrañándote..., Esos infatigables caminantes..., Un recuerdo... un anhelo... y un adiós, Con sólo nombrarla..., Un comienzo... que se renueva, Y Dios sigue entretejiendo la historia...
Si te interesa conocer más sobre el ICR te sugiero otros escritos del blog como Dos ropajes... un único ideal, En el papel... también tiene su historia, No sólo los libros cuentan la historia..., Las imágenes que se fuerongestando ... desde 1979,
¡Qué grata sorpresa y qué profunda alegría
inundó mi corazón al recibir este mail de Malena Caraffa!
“Hola Adela y GRACIAS!!!
gracias...por este recuerdo maravilloso, por tus palabras en esa nostalgia del
ayer!
Me has conmovido profundamente
y llevado en el tiempo a rememorar esos inolvidables momentos
muy guardados y que afloran ante circunstancias como
estas. Andrea, las jóvenes alumnas del Colegio y ese Himno al Colegio que
muchas veces cantamos y que por suerte la Hna. Martha ha rescatado.
Es todo un trofeo de aquellos años.
Te abrazo y agradezco la emoción de
este día!
Felicitaciones por todo lo que
escribes.
Malena”
Quien se siente
identificado con las palabras aquí escritas y me lo expresa … es un inestimable regalo
que guardaré no sólo entre mis papeles… y eso es lo que me impulsa a
compartirlo. ¡Gracias Malena por tu respuesta y sobre todo por permitirme
seguir sintiendo y acariciando el alma con la melodía de ese Himno!
María Adela Pon
Si te interesa conocer más sobre esos compañeros, los que acompañaron mi caminar durante 30 años y con los cuales juntos construimos la comunidad del Instituto, te sugiero otros escritos del blog como Buscando raíces..., Esos infatigables caminantes..., Un recuerdo... un anhelo... y un adiós, Con sólo nombrarla..., Un comienzo... que se renueva, Y Dios sigue entretejiendo la historia..., Las imágenes que se fueron gestando... desde 1979, 30 años... en un poema,
María Adela Pon fue una de las primeras docentes que me acompañó en mi transitar, por casi 30 años de mi vida, en el Instituto Cristo Redentor
ResponderEliminarHoy ya no se la ve por los pasillos, aulas, patios...pero su voz potente y clara sigue sonando; nos regala la historia de nuestro querido colegio y nos relata con mucho amor el devenir de los tiempos.
Querida Adela, mi amiga, compañera de sueños; gracias!por el tiempo valioso que estás dedicando a mantener palpitando el gran corazón de" NUESTRO ICR".
Fue la casa de todos, es la de muchos otros; le debo a ese colegio y a su gente " Mi ser docente".
Los quiero!!!.Ana María Luna
¡¡¡¡Gracias Ana María por tus palabras!!!! y ¡¡¡¡¡Gracias a todos los que me han enviado mails por la publicaciones realizadas. Sólo estoy devolviendo algo... de lo mucho que recibí.
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