El próximo 15 de Agosto de 2015 la
Congregación de las Hermanas Franciscanas de Gante estará de fiesta… porque se cumplen 300 años de que Juana Teresa Crombeen, que nació en
Bélgica el 19 de Junio de 1652, madurara en su espíritu el proyecto de trabajar
por el bien espiritual del prójimo, especialmente de la niñez necesitada, y de
fundar una comunidad religiosa de jóvenes Terciarias como ella. Un anhelo que
concretó un 15 de Agosto de 1715 con la
admisión de cinco primeras compañeras que acariciaban el mismo ideal de unión
con Dios y de apostolado fundando la “Comunidad de Hijas Espirituales” y si
bien sus miembros no emitieron
votos, todas hicieron el firme propósito de observar la obediencia, la pobreza
y la castidad y se comprometieron a vivir vida común y a dedicarse a la
educación de niñas pobres. Es así que sin
demora abrieron un internado y una escuela gratuita para procurarles una
subsistencia honrada enseñándoles labores manuales, religión, lectura y
escritura… y comenzó a recorrerse el
largo camino de estas Hermanas que llegaron
a Argentina el 23 de Julio de 1893 al
puerto de Buenos Aires provenientes de la Casa Matriz de Bélgica y a Villa
Urquiza, Entre Ríos, el 2 de Agosto para
fundar el “Hogar La Providencia”,
a través del llamado que les hizo Monseñor Teófilo Van Damme.
Mucho ya he escrito sobre el accionar de las
Hermanas en tierra Argentina… pero sin saber por qué, guardé una parte de la
historia sin publicar… tal vez porque estaba destinada a salir a la luz en esta
fecha… como un regalo para compartir en esta celebración tan especial.
Esta parte de la historia la encontré en un compendio que me acercó la
Hna Martha Cuatrín hace bastante tiempo y en el que aparecen, agrupados por
temas, trozos de las cartas escritas por
las Hermanas que llegaron en las primeras tres caravanas (1893, 1895, 1896) a nuestro país y cuyas destinatarias eran sus compañeras de
Bélgica. Al leerlas… volví a elevar la mirada para agradecer… porque esta vez
tomé contacto con una parte de la historia que estaba totalmente oculta para mí
y de la cual nunca había tenido ni el más mínimo indicio... hasta que leí el
Libro de Oro.
Y es a ese libro al que voy a recurrir para comenzar
a hablar sobre este tema. Siempre situé la llegada de las Hermanas a nuestro
querido país para asentarse en Villa Urquiza y fundar el “Hogar La Providencia” en 1893 y después, por pedido de Monseñor Van
Damme, a Cristo Redentor en Paraná en
1902. Pero en medio de estas dos
realidades… hay una parte de la historia muy poco conocida y que en el
Libro de Oro se señala textualmente “el 21 de abril de 1895 fijó nuestra
Congregación su residencia en Paraná,
llamada por la Sociedad de Beneficencia,
a fin de iniciar un orfanatorio, idéntico al de Villa Urquiza, que denominaron Orfanatrofio Santa Rosa de Lima”.
Con todo afán pusieron manos a la obra, en
cooperación con sus abnegados señores Capellanes, el venerable Canónigo Don
Domingo Toujas, Pbro. Domingo Corbi Rodríguez y el Pbro. Juan B. Cresta.
Pero en
los designios eternos estaba decretado para ellas otro campo de acción. Por
haber menguado el número del personal a raíz del fallecimiento de la Hna Gonzaga (el
29 de enero de 1896 a escasos dieciocho meses de su llegada a Argentina junto
con la Hna Constancia), de la Hna Constancia (después de haber trabajado 22 meses
en “Hogar La Providencia” fue enviada a Paraná como Superiora del Asilo Maternal. Falleció el 8 de diciembre de 1896) y de la Hna Berchmans (a quien las Hermanas en el libro de Oro señalan
como la organizadora del Asilo Maternal y que había llegado a Villa Urquiza
el 7 de mayo de 1896 junto con la Hna Germana en la tercera caravana. Falleció
el 11 de marzo de 1900 a raíz de un violento ataque al corazón.) y por
otras razones particulares, el Rvdo
Padre Fundador juzgó oportuno concentrar las fuerzas en el Asilo “Cristo
Redentor” fundado en 1902.” Sobre la Hna Berchmans más adelante en el Libro se consigna: “… desgastó sus energías físicas en la organización del Asilo Maternal. No
siendo suficiente el personal, ella se multiplicó, acumulando cargos, llenando
vacíos, interponiendo sus buenos servicios por doquier.”
Y así empecé a compaginar y relacionar la
información, a hurgar nuevamente en los documentos para completar los datos… y compartir el espíritu que animaba a las
Hermanas a través de sus propias palabras consignadas en sus cartas.
Una vez bien plantadas en Villa Urquiza,
algunas Hermanas ya anhelaban una extensión en otros lugares, hasta en otras
provincias. Hermanas… que habían llegado a Argentina no siendo tan jóvenes en
edad pero con un indeclinable espíritu de lucha, entrega, sacrificio, servicio
y, sobre todo… sueños.
El día que llegaron las Hermanas Dionisia,
Teresa, Blondina, Antonia y Borromea, el 27 de
marzo de 1895 en la segunda caravana a Villa Urquiza, no se tenía en vista,
con claridad, la fundación que surgiría. Escribieron desde
allí: “Hasta ahora no sabemos cuándo se abrirá la casa en Paraná. Sin embargo,
la fundación no se dejará esperar mucho tiempo”.
Pero otra vez los designios de Dios
mostrando sus planes: el 22 de abril de
1895, una Hermana escribió desde Paraná (seguramente esta referencia que
aparece en el compendio, corresponde a la Hna
Constancia, Superiora del Asilo) “Les
escribo estas palabras en la bonita casa del “Asilo Maternal Santa Rosa”. Ayer,
celebramos la inauguración solemne. Ya el día antes de la fiesta, la
bandera argentina ondeaba en el tejado del instituto junto con varias banderas
de otras naciones.
La Iglesia
del hospital cercano (se refería al Hospital de Caridad de ese entonces, de
propiedad municipal y administrado por la Sociedad de Beneficencia) donde tendría lugar la solemnidad
religiosa, se encontraba ornamentada lo mejor posible. Del coro hasta la puerta
de entrada, el pavimento estaba cubierto de alfombras preciosas; el altar
parecía una sola flor. Cientos de velas brillaban alrededor. Por la mañana, las
penitentes del convento del “Jardín de
María” y los enfermos del hospital
celebraron su Pascua. Estamos emocionadas hasta las lágrimas viendo las pobres niñas quienes hasta hace
poco tiempo se daban al pecado, acercarse al Señor con el rostro angélico. La Comunión de la Pascua de los enfermos
fue organizada con una procesión magnífica. Adelante marchó una banda de
música dentro de la multitud de velas seguidas de varones con un hábito corto y
detrás tres sacerdotes bajo el baldaquín del Santísimo. Mucha gente siguió en
silencio. Nosotras también seguimos y llegamos en dos salones grandes donde los
enfermos, vestidos de blanco estaban en sus camas blancas como la nieve, las
manos cruzadas esperando el momento feliz de la visita celeste. El Capellán
dijo algunas palabras reconfortantes y de consuelo y distribuyó la Santa Comunión,
mientras que la música animaba la devoción de los creyentes con tonos lentos y
armoniosos.
Después vino la inauguración solemne del
Asilo Maternal,
hecha por tres sacerdotes rodeados de siete monaguillos. Voces de varones
ejecutaron cantos acompañados del órgano. En la Consagración y Comunión tocaron
la banda de música que habíamos visto en la procesión. Volvimos a la casa a las
nueve horas y la mañana entera estuvimos preparando la fiesta de la tarde. Nos
ayudaron las señoras benefactoras que han tomado nuestra casa bajo su
protección y nos rodeaban con grandes cuidados
y muy corteses.
A las
dos y treinta, la banda de música tocó en nuestro patio. El Vicario General de
Paraná junto con algunos sacerdotes llegaron para bendecir la Capilla y la casa.
La casa entera se llenó de gente. Ricos y pobres la cruzaron con rostro
agradecido. Después de la bendición el secretario de la Diócesis habló a la
gente. Agradeció a la Sociedad de las
Hermanas de los Pobres por la fundación de esta linda obra, destinada a producir frutos
magníficos de santidad. Habló muy largo del espíritu de amor de Jesús y de la
Santa Iglesia, de las buenas obras de
beneficencia de Bélgica, católica y pequeña; del espíritu de liberalidad y de
generosidad de la Congregación de las Hermanas Franciscanas que brinda con
tanto amor sus miembros para realizar la obra del Asilo Maternal. Entonces,
el señor abogado tomó la palabra y en nombre de la autoridad ciudadana y de
todo el pueblo argentino agradeció a la
Sociedad de Damas y a las Hermanas Franciscanas.
Después, las señoritas repartieron medallitas
en recuerdo de la inauguración (en la Colección de medallas que posee la Universidad de Buenos Aires, Facultad de
Medicina. Biblioteca Central, se encuentra una de ellas identificada con el Nº 176,
Caja 4). Entonces, la gente se retiró poco a poco, con lágrimas en sus ojos,
dejándonos solas en nuestra linda y ya querida casa. Encontramos todo lo que
podríamos desear en cuanto a comodidades; salones altos y anchos, con ventanas
grandes y anchas, provistas al interior y al exterior de contraventanas;
corredores que nos liberan del calor; parece uno de los más lindos pensionados
de Bélgica.
Nuestras clases comenzarán el lunes próximo.
¡Que podamos, en la querida Paraná, sembrar las buenas semillas de la vida
cristiana! ¡Que podamos hacer conocer y amar a Jesús y a su Iglesia a todos los
niños que nos confiarán!
Hace poco hemos inscripto el número 45.
Admitimos solamente niños muy pobres que residirán aquí todo el día y comerán a
costa de las generosas señoras.
En
los diarios han escrito mucho sobre nuestra Congregación y del Asilo Maternal.
¡Que podamos responder a sus esperanzas! ¡Que podamos ser instrumentos valiosos
en la mano de Dios para el pueblo argentino, generoso y bienhechor, para que el
premio celeste caiga sobre él!”
Hubiese
podido contar esta historia con mis palabras pero… no se podría leer
entrelíneas. Esta carta tiene más de un siglo… y si cerramos los ojos podemos
imaginar que allí estuvimos presentes porque su autora se encargó de dejarnos
este precioso legado… transmitir el
objetivo de su misión en esta tierra tan lejana a la suya… hacer saber de su
alegría y de su entrega… escribir con el corazón.
Pero esa obra para las Hermanas tuvo un
final. En una carta escrita por Monseñor
Van Damme y dirigida a la Madre Superiora del Hogar la Providencia se consigna:
“Cristo Redentor. Marzo 11 de 1905
Querida hija en NSJC
Las Hermanas habrían dejado el Asilo Maternal hoy si no fuera sábado.
Se ha resuelto que van a salir el lunes; es una grandísima lástima, pero es
irreversible.
He hablado con el Sr. Obispo
sobre su distribución; dijo que lo haga yo hablando previamente con las
nuestras. Esta distribución no es de mucha importancia; es provisoria; Gante
determinará cuál será la definitiva. Aquí hay mucho trabajo, pero poco lugar.
Creo que provisoriamente las Hermanas Emiliana
y Germana (ambas fallecieron en 1932) deben permanecer aquí y las demás ir a esa.”
Y estas cartas fueron la que despertaron
en mí también la necesidad de intensificar
la búsqueda de datos con la finalidad no sólo para poder ubicarnos en el
contexto geográfico sino también para enriquecer, vivenciar y complementar la
historia; y eso fue lo que me motivó a intercalar ya algunas anotaciones para
ir comprendiendo durante su apasionante lectura y es lo que ahora me propongo ampliar.
De la
visita a la página web que tiene la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de
Paraná, pude obtener los siguientes
datos sobre el “Hospital de Caridad”
“La historia de nuestra Parroquia tiene sus
orígenes en torno al antiguo hospital, llamado “Hospital de Caridad”, ubicado en las calles Dr. Enrique Carbó y Gualeguay (actualmente llamada calle
Presidente Illia).
El primer Hospital de Caridad en Paraná se
estableció en 1805. Se utilizó para ello una antigua capilla, copia del Panteón de
Roma, que se hallaba ubicada en la manzana oriental del, por entonces, “Fuerte
Grande” (Plaza Sáenz Peña). (Autor:
Miguel Ángel MERNES - Feb. 2001.)
Años más tarde, en 1820, se realiza el primer censo en la Provincia por disposición
del Gral Ramírez. Se percibe un notable
incremento en la edificación como consecuencia del aumento comercial e
industrial de la época. Los inmuebles existentes por entonces se triplicaron y
este no es un dato menor. Los datos reflejaron alrededor de 4292 habitantes y
781 viviendas.
Y, en ese año, el Gral. Ramírez organiza el
primer “Hospital de la Caridad” –frente a la plaza Nueva Grande, hoy Sáenz Peña (Extraído del sitio de
la Municipalidad de Paraná )
Originalmente la antigua capilla que fue destinada a Hospital de Caridad ocupó la
manzana ubicada al Nordeste de la Plaza Sáenz Peña. La edificación lateral era de estructura
moderna. En el año 1873 la sociedad de Beneficencia de Paraná encaró la tarea
para comenzar la obra de construcción de un hospital, que sería ampliación del pequeño hospital
municipal.
En el
año 1875 se le concede a la Sociedad de Beneficencia la administración interna
de dicho establecimiento y establece así proseguir las gestiones para la
reconstrucción del hospital, el cual también tendría su propia Capilla.
El señor Vidaechea reconstruyó el hospital. Una vez habilitado,
se resolvió en Septiembre de 1876 traer
a las Hermanas de la Caridad, y dejar bajo el cuidado directo de ellas
dicho establecimiento. El 25 de Julio de
1878, se terminó de construir la Capilla del hospital la cual, se hizo con
los fondos de la Sociedad y la ayuda del
pueblo.
Tras haber prestado su servicio por más de
una centuria fue dispuesta su demolición
en Mayo de 1964 junto con la Capilla
para dar lugar a la construcción del actual complejo habitacional de monoblocks
que hoy ocupa este sitio.”
Recurriendo a uno de los escritos del
blog "Homenaje al Ingeniero Arquitecto Juan Antonio Buschiazzo" fechado el 28 de diciembre de 2009, podemos complementar lo hasta aquí consignado.
Allí se expresa lo siguiente:
“Hacia 1894 el Hospital de Caridad recibía un aumento de subvención. En ese mismo
año Don Jaime Baucis se dirigía al H.C.D. dando las bases para un nuevo Hospital ante la falta total de capacidad del
Hospital de Caridad. En la sesión del 11
de Marzo de 1895 se trató la adquisición de un nuevo terreno destinado a
este fin. Luego de extensas conversaciones se resuelve autorizar al D.E.
adquirir el terreno ofrecido por Don Néstor F. de la Puente en la suma de
veinte mil pesos. El solar se ubicó en las calles Gualeguaychú, Diamante, Garay
y Río Negro (calles denominadas actualmente: Gualeguaychú, Enrique Carbó,
Presidente Perón y Pascual Palma). La piedra fundamental del nuevo Hospital General San Martín se colocó
el 25 de Mayo de 1895.
La construcción de
las obras tuvo muchas alternativas durante los 17 años que precedieron a su
inauguración… y recién el 29 de Mayo de
1912 se produjo la habilitación inmediata al servicio del público y autorización a la Asistencia Pública para
el traslado de los enfermos desde el Hospital de Caridad, hecho éste que se
produjo el Jueves 30.”
En cuanto al
“Asilo Maternal Santa Rosa de Lima”
cabe señalar que
este asilo ocupaba un edificio construido sobre un gran terreno donado
por el Sr. Fernández de la Puente ubicado en la esquina delimitada por las
calles Gualeguaychú y Gral. Manuel Belgrano; luego pasa a ser un asilo de niñas
durante el gobierno del Dr. Salvador Maciá y, a partir de 1910, se lo denomina Asilo Bernardino Rivadavia. Este edificio, en la actualidad y desde
hace ya unos cuantos años, se encuentra dividido en dos sectores. Sobre calle
Gualeguaychú Nº 322 (en cuyo frente, en lo alto, se lee Asilo Bernardino
Rivadavia) se encuentra la entrada de la parte ocupada, por la Jefatura Departamental Paraná de la Policía de la Provincia de
Entre Ríos desde fines del año 2009, Departamento que desde su creación y hasta la fecha no cuenta con edificio propio. Con
anterioridad también allí había funcionado la Unidad Académica de Medicina de Paraná dependiente
de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) - Santa
Fe, habiéndose firmado, el 15 de octubre
de 1998, el Contrato de Comodato entre la Unidad
Docente Académica de Medicina de Paraná y la Sociedad Hermanas de los Pobres,
para que la Unidad Docente contara con edificio para el funcionamiento
de sus actividades académicas. El 6 de
noviembre se realiza el Acto Inaugural. En el 2004 las autoridades del gobierno
de Entre Ríos resolvieron renunciar al Convenio suscripto con la UNR en Abril
de 1994 y que el 15 de Marzo de 1995 la Legislatura de la Provincia de Entre
Ríos sancionó con fuerza de Ley Nº 8.901.
Sobre calle
Gral. Manuel Belgrano Nº 323 se encuentra la entrada del “Hogar Rivadavia”
el que mantuvo abiertas sus puertas hasta el 30 de abril de 2015. Este
Hogar estaba a cargo de la Sociedad
Hermanas de los Pobres, una institución con un fuerte compromiso social que
tiene allí su sede para prestar sus Servicios de Atención a Menores con Alojamiento y que recibía subvenciones del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) y otros aportes esporádicos desde el Gobierno Provincial. En el Hogar se
albergaban niñas de entre 5 a 13 años y la cantidad siempre iba fluctuando porque
eran enviadas por un Juez y permanecían
en él hasta que fuesen adoptadas. Una placa identifica esta parte del edificio,
que a la fecha está en refacción.
Luego agregaron: “Tenemos cinco nenas (entre 6 y 12 años), todas reubicadas en otros lugares del Conaf, hemos ido a visitarlas y sabemos que están bien. También desde el Copnaf nos recomendaron, junto a las empleadas, que al haber pocas nenas y no se estaba en condiciones habitacionales, cortar el vínculo. Decidimos que era el momento propicio para hacerlo porque era más fácil reubicar cinco nenas para poner en condiciones el edificio. En su momento aquí hubo 60 criaturas. Notamos que se estaba desaprovechando el edificio y se seguía deteriorando. Ahora se hizo este corte temporario para empezar a refaccionar más que nada para solucionar temas de electricidad y gas. Primero se habilitará una parte del edificio y queremos empezar lo antes posible con un Centro de Día para chicas de las mismas edades. El objeto de la Institución es el cuidado de las niñas y eso no se va a modificar. Funcionaría de mañana empezando con un desayuno y llegando hasta la tarde con talleres, apoyo escolar, destinado a la infancia más vulnerabilizada. Hablaremos con las escuelas cercanas para realizar la convocatoria”…
Más adelante, en la nota, expresaban: …“El Hogar se cerró el 30 de abril, previamente hubo reuniones con el Copnaf y se decidió que se cierre ese día. Pero no fue de un día para otro. Incluso la ex Directora del Copnaf (Mariela Astrada) y su hermana que era administrativa de la residencia, redactaron la nota. Había razones para su cierre pero nosotros lo hicimos básicamente por el estado del edificio. Después de las vacaciones de Julio comenzaremos a funcionar como Centro de Día con el personal de la Institución y con voluntarios por la tarde para los talleres. Para eso ya estamos refaccionando un ala del edificio.”
Y... al terminar de armar mi escrito… como si
quisieran fehacientemente cerrar una historia
que duró 120 años… los datos aparecieron para complementar y corroborar
la información que sobre el cierre del
Hogar había consignado y que había recibido
en forma verbal. El día 6 de Julio
de 2015 mediante una extensa nota en El Diario, uno de los periódicos de la ciudad de Paraná, la Comisión Directiva de la ONG Sociedad Hermanas
de los Pobres (que tiene como Presidente a Victoria Dayub, como Vicepresidente
a Susana Scalvinoni, como Secretaria General a Débora López y como Tesorera a
Elizabet Kihn) aclara esta situación. Creo que es importante transcribir la
nota textualmente ya que el edificio siempre funcionó como Hogar desde su nacimiento y ahora muestra muchas deficiencias para
seguir haciéndolo por lo que después de las vacaciones de Julio en el lugar se retomarán las actividades como Centro de Día. En la entrevista realizada expresan: “Este
lugar no se cerró, se desvinculó con el Copnaf temporariamente, nosotros teníamos una media de doce nenas. Este
último tiempo se dio la bendición de que se pudieron adoptar a algunas
hermanitas y aquí quedaron cinco nenas de las cuales una ya estaba en proceso
de adopción. También decidimos y para
ello consultamos incluso a empleadas, rever el tema del edificio. Las condiciones
en que se encuentra, donde dormían las nenas y otros lugares se encuentran en
malas condiciones y con elementos obsoletos. Por ejemplo se llovía el techo de
la habitación de las nenas. Enviamos una nota a la Municipalidad porque está reconocido como edificio histórico. Contactamos
con un ingeniero que nos recomendó deshabitar el edificio.”
Luego agregaron: “Tenemos cinco nenas (entre 6 y 12 años), todas reubicadas en otros lugares del Conaf, hemos ido a visitarlas y sabemos que están bien. También desde el Copnaf nos recomendaron, junto a las empleadas, que al haber pocas nenas y no se estaba en condiciones habitacionales, cortar el vínculo. Decidimos que era el momento propicio para hacerlo porque era más fácil reubicar cinco nenas para poner en condiciones el edificio. En su momento aquí hubo 60 criaturas. Notamos que se estaba desaprovechando el edificio y se seguía deteriorando. Ahora se hizo este corte temporario para empezar a refaccionar más que nada para solucionar temas de electricidad y gas. Primero se habilitará una parte del edificio y queremos empezar lo antes posible con un Centro de Día para chicas de las mismas edades. El objeto de la Institución es el cuidado de las niñas y eso no se va a modificar. Funcionaría de mañana empezando con un desayuno y llegando hasta la tarde con talleres, apoyo escolar, destinado a la infancia más vulnerabilizada. Hablaremos con las escuelas cercanas para realizar la convocatoria”…
Más adelante, en la nota, expresaban: …“El Hogar se cerró el 30 de abril, previamente hubo reuniones con el Copnaf y se decidió que se cierre ese día. Pero no fue de un día para otro. Incluso la ex Directora del Copnaf (Mariela Astrada) y su hermana que era administrativa de la residencia, redactaron la nota. Había razones para su cierre pero nosotros lo hicimos básicamente por el estado del edificio. Después de las vacaciones de Julio comenzaremos a funcionar como Centro de Día con el personal de la Institución y con voluntarios por la tarde para los talleres. Para eso ya estamos refaccionando un ala del edificio.”
En la esquina del edificio hay otra placa… con el relato del inicio de los acontecimientos... en su encabezado aparece: “Sociedad Hermanas de los Pobres Asilo
Rivadavia” y en ella se puede leer: “La
Sociedad Hermanas de los Pobres fue fundada el 25 de Agosto de 1881. Primeramente
actúa como taller donde se confeccionaba ropa para ser distribuida entre la
gente humilde. Afianzada ya la Sociedad recibe la cesión de una fracción de
terreno hoy Gualeguaychú esquina Belgrano, del Sr. Fernández de la Puente. El 21 de abril de 1895 se inaugura el asilo
maternal “Santa Rosa de Lima…”… pero lo que nadie cuenta… lo que se
ignora… lo que no se menciona en ninguna parte… esos 10 años de entrega y de servicio
de las Hermanas… está en esa carta…
escrita el 22 de abril de 1895 por una de las protagonistas de la historia.
Una carta… testimonio fehaciente y revelador
de un tramo de ese largo camino que empezaron a recorrer las Hermanas
Franciscanas desde Gante (Bélgica) a partir de un 15 de Agosto de 1715.
María Adela Pon