El
23 de Octubre de 2002 el Instituto se vistió de fiesta para celebrar su cumpleaños número 100, pero en realidad todo
el año fue de festejo y celebración. Algunas manifestaciones ya las he contado
en No sólo los libros cuentan lahistoria…, pero… faltan otras manifestaciones artísticas realizadas por
otros actores de la Comunidad Educativa... y para esta especialmente, quise que
fuesen las palabras del autor las que contaran su historia. Por eso me
comuniqué con él y así surgió este relato al que sólo voy a agregar, en
principio, una introducción para poder entender algunas expresiones y una pequeña biografía suya a modo de
presentación.
A
Miguel Moretti lo conocí en 1987 cuando ingresó a primer año del
secundario, fue mi alumno durante cinco años y en 1991 egresó con el título de
Perito Mercantil. Desde 1994 hasta 2001 realizó sus estudios terciarios en
Santa Fe, en el Liceo “Antonio Fuentes del Arco” Escuela de Diseño y Artes
Visuales, de donde egresó con los títulos de Licenciado en Diseño y Artes
Visuales y de Profesor de Diseño y Artes Visuales para el Nivel Medio.
Actualmente está dedicado a la docencia trabajando como preceptor y profesor de
Artes Visuales en la Escuela Secundaria
Nº16 “Del Centenario” de Paraná.
A mi requerimiento… Miguel me
respondió así:
“Resulta
que en diciembre de 2001, cuando ya había comenzado el "Año del Centenario"
del ICR, voy al Acto de Colación de 5º
año de mi hermana menor (última de los Moretti en estudiar en el Cristo) y te
puedo asegurar que iba a modo de despedida de la escuela porque TODA LA FAMILIA
terminaba ya. Resulta que allí me encuentro con Mónica Guzmán, cuyo hijo Gerónimo,
también terminaba. Años antes ya habíamos trabajado con Mónica..., por ejemplo
en el año de las Comunidades Aborígenes (muy linda experiencia). Entonces ella
me cuenta que se estaba formando un grupo (docentes, padres, alumnos,
ex-alumnos...) para realizar los festejos del Centenario y que si yo quería
sumarme..., bueno, no fue tan directa, me fue endulzando de a poquito!!! Justo
en esos días estaban por realizar un Pesebre Criollo en el Atrio de la Capilla
La Asunción, entonces Mónica me contactó y presentó a la Hermana Rosita Taborda
directora del Pesebre! Y así, en el
patio de la parra, al costado de la Capilla, armamos el decorado para el
Pesebre que… salió hermoso! Terminada
esta obra y terminado el año 2001, me invitan las dos, a seguir trabajando.
Comenzado el 2002 me llama la Hna Rosita
para que fuera al grupo de los ex-alumnos. Acepté y allí comenzamos a trabajar.
Conocí a las señoras que lo integraban y me sumé. Entonces me contaron que
estaban preparando el "Almuerzo del Centenario" para el mes de Julio
y que a la Hna Rosita y su grupo le habían encargado la decoración de
la fiesta. Hice varios bocetos para hacer dos imágenes, para colocarlas ese día
en el gimnasio, una frente a la otra. La
primera seria una alegoría (es decir una representación) de TODA LA COMUNIDAD
DEL INSTITUTO CRISTO REDENTOR; la
segunda, una alusión a San Francisco y su espiritualidad, y las dos harían referencia a la Comunidad de las
Hermanas Franciscanas de Gante y a los
tres países donde están presentes: Bélgica, Chile y Argentina.
En el grupo de ex-alumnos
hicimos la elección de los bocetos más acertados y allí comencé a pintar. La imagen que estuvo en el escenario del almuerzo
y que ahora está colgada en el Salón de Actos representa a todos los
"actores" de la Familia del Cristo Redentor: rodeando un gran círculo y tomados de las manos se
encuentran, en primer lugar, dos niños con guardapolvo y delantal: son los
alumnos de la escuela primaria. Seguidamente aparecen dos adolescentes, también
con uniforme, son los alumnos del secundario. Luego de ellos dos y, siempre en
simetría, un papá y una mamá (representando no solamente a los padres
sino también a la Unión de Padres!) Cerrando el círculo se ven a cada lado, una
profesora y una maestra. Coronando la escena, una Hermana con el hábito antiguo
y un Sacerdote, guías de toda la comunidad. Todos ellos rodean, protegen, conforman
y sostienen un gran círculo donde se ve un paisaje con tres perspectivas del
edificio del ICR: la Casa de Encuentros (antiguo Observatorio Perini), la torre
sobre calle Dean J. Alvarez (símbolo inequívoco de nuestra escuela) y finalmente
la Capilla La Asunción. Se lee también debajo, y a modo de base: 1902 – 2002
y arriba: 2002 Año del Centenario.
Coronando toda la composición aparecen las tres banderas de la tres
"provincias" (como le llaman las Hermanas): la Bandera Argentina en
el centro, la Bandera Belga a la izquierda y la Bandera Chilena a la derecha,
es decir, representando la presencia de las Hermanas Franciscanas en estos tres
países.
Te cuento detalles
y la estética elegida para los personajes: los dos niños de la primaria son
casi una caricatura, dos gorditos inocentes con sus guardapolvos (mientras los
dibujaba, pensaba como veía a la primaria cuando yo iba a la primaria). Los dos
adolescentes ya tienen el uniforme del 2000 y no el delantal con la corbata y
las cintitas rosadas o la camisa celeste con corbata y el pantalón gris.
El papá y la mamá son bien de los años 70 (como eran mis padres cuando yo
empezaba la escuela), fijate que hay un detalle cómico: la mamá está subida en
un banquito para quedar a la altura de su esposo; y tiene toda su ropa haciendo
juego: pollera y zapatos rojos, remera rosada y también sus aros son rojos!. Al papá lo
vestí de verde!!! con grandes bigotes,
como los que se usaban en el Mundial 78. La maestra es una MAESTRA: impecable
cabello negro peinado con spray, grandes aros redondos, sombra celeste en los
ojos, prendedor en la solapa, inmaculado guardapolvo blanco, no le falta
nada!!! (me inspiré en mi querida señorita Ninina de 1er grado (Nilda Pupart de
Giorgio) quien se nos fue en 1989 y debo confesarlo, también un poco en... la
Mujer Maravilla!!!!!!). La "profe" tiene un poco de todas ustedes, la
vestí de verde oscuro para integrar la imagen con la del papá, ella es rubia,
con gran camisola con hombros anchos (hombreras) tal como se usaba en los 80,
cuando ustedes fueron mis profesoras, está vestida un poco más tranqui que la señorita.
La Hermana, tiene el hábito gris antiguo con el velo negro, traté de que no se
pareciera a ninguna de las Hermanas para que todas se sintieran reflejadas.
Hice lo mismo con el Sacerdote, en realidad allí debería estar Monseñor
Van Damme pero es tan difícil hacer un retrato que, por temor de que saliese mal,
realicé un rostro neutro. Y… todos ellos tomados de las manos representan el nudo de la espiritualidad franciscana: FRATERNIDAD.
Esta imagen se llevó al “Teatro 3 de
Febrero” el día 23 de Octubre de 2002 cuando el Instituto hizo el Homenaje del
Centenario, luego del acto se trajo al Colegio para ser colgada en el Salón de
Actos, lugar en el cual aún permanece.
En cuanto a la segunda imagen -la
de las manos- también hice varios bocetos y en el grupo de ex-alumnos seleccionamos
esa. Las otras, todas, lo mostraban a San Francisco, pero por simbología
les gustó precisamente la única que no lo mostraba a él, pero esas dos manos
extendidas eran signo inequívoco de su presencia. De eso se trata la imagen:
vemos dos manos extendidas, que se ofrecen, y que se transforman en un camino,
el marrón de la tierra fértil es también el de la túnica de Francisco. Sobre
este camino, han decidido transitar dos personas, un hombre y una mujer:
las dos creaciones más queridas del Padre y, es precisamente hacia donde ellos
van, hacia Él. El camino representa la vida de ellos mismos, que ellos han
elegido; que puede estar obstaculizado por piedras o espinas, pero sabiendo que
al final del camino los aguarda una luz resplandeciente, representada en ese
sol con sus rayos fulgurantes y en el centro mismo de ese sol que es la vida,
está Jesús, representado en el símbolo mayor de su Amor por nosotros: la Cruz.
Los dos árboles a los costados, representan la naturaleza, ellos nos dan su
sombra, su resguardo, su madera y hasta su leña misma. De las manos de
Francisco, del lugar donde él recibió los estigmas, brotan ahora, no gotas de
sangre sino corazones de amor, ese amor que las Hermanas Franciscanas de Gante
supieron expandir -desde hace casi tres siglos- por Bélgica, Chile y Argentina.
Toda la imagen está enmarcada por una forma de ventana con arco de medio
punto y los planos de colores, representan justamente los vitrales de las Iglesias,
como los que tiene nuestra Iglesia, La Asunción. Finalmente, se lee una frase
del propio Francisco: "Que no busque tanto recibir como dar... porque dando
se recibe"…. todo está dicho.
Esta imagen se encuentra ahora en el Salón
Amarillo que las Hermanas tienen en la Casa de Encuentros (en la parte del Observatorio)
bien en la esquina de Ramírez y Dean J. Alvarez”.
Profesor Miguel Moretti
Este
relato lo quise escribir textualmente para no perderme la oportunidad de
reflejar que no se puede contar vivencias del Instituto sin una gran
cuota de afectividad, al menos así nos
sucede a todos los que sentimos al mismo como nuestro hogar porque hemos trabajado para construir su comunidad y
para incorporar en nuestro accionar el espíritu franciscano de fraternidad… y todo
esto fluye y se percibe durante toda la narración de Miguel.
Quizás ahora sea el momento de contar un
poco más… Miguel, en otro momento de nuestro contacto me escribe:
“Comencé
a ir al Cristo (y te vas a reír con todos los datos que me acuerdo de MEMORIA) en
1979, a Jardín de Infantes “B” Turno
Tarde, con la Srta. Elsa Tinirello.” Y a partir de estas
palabras me escribe el nombre de todas sus maestras, directivos; de la
transformación del turno de la tarde en
una nueva escuela y de su primera directora y vice: Mirtha
Boc-ho de Bulos y Olga Caraffa; me nombra a todos sus docentes, preceptores, catequistas,
ordenanzas, bibliotecarias, porteras… que lo acompañaron en su escuela
secundaria; hace una mención muy especial para la querida Hna Serafina Sacks y
otras Hnas que ayudaban en la fotocopiadora, cobrando cuotas, atendiendo la
librería… y hasta recuerda las
visitas del Padre Senger y del Padre Mario Taborda.
A medida que iban apareciendo los nombres de
mis compañeros de ruta cuando leía esta
parte de su historia de vida dentro de las paredes del Colegio, el respeto
y el cariño que dejaba traslucir en cada una de sus palabras, aunados al
conocimiento y vivencia de la filosofía de vida que anima a las Hermanas de la
Congregación y que se traduce en la explicación que realiza del significado de
cada uno de los elementos que componen sus pinturas, no podía dejar de pensar
que esas imágenes comenzaron a gestarse en 1979, cuando Miguel ingresó a Jardín de Infantes
“B” Turno Tarde, simplemente… porque se
fueron armando y coloreando año tras año primero en su corazón.
Tal vez
estas palabras suyas resuman todo lo que quiso manifestar a través de sus
pinturas y expresen el logro del desafío y compromiso nuestro de trabajar para ir creciendo y hacer crecer en el
conocimiento y la práctica del “espíritu franciscano de fraternidad”… el nudo
de la filosofía de vida de Francisco, de su espiritualidad y de su proyecto
evangélico: “Cuántos
significados que tiene esa Escuela para nosotros: lugar de trabajo, lugar de
estudio, lugar de afectos, lugar de vida, lugar nuestro.”
Sin dudarlo él está dentro de la lista de los alumnos que me movilizaron a escribir en el poema Hoy quiero evocarte…
“Entonces entiendo el
por qué de tu magia,
el por qué de tu
hechizo y de tu vigencia,
muchos de aquellos que ayer estaban
jugando en tus aulas,
allí los encuentro,
viviendo mi misma
experiencia;
son los que sintieron
el llamado
y regresan…
para darle a tu obra la
continuidad.
¡Ese es tu secreto mi
querido Instituto!
Vigorosa y constante
savia que vuelve
para renovar el flujo
inagotable
del servicio, el
amor y la fraternidad.”
Nota: las fotos que
aparecen en el transcurso del relato, cuando Miguel realiza la explicación de
las imágenes, corresponden a los Bocetos de las mismas y creí conveniente
mostrarlos para poder ver con más nitidez los detalles ya que tienen muy pocas
diferencias con las pinturas finales. En la composición final aparece el autor
y las imágenes tal como quedaron terminadas, las que fueron colocadas
en el gimnasio una frente a la otra con motivo del Almuerzo del Centenario.
También
es autor (entre las obras realizadas en relación con la Congregación o el Instituto) de un retrato de Juana Teresa Crombeen hecho a lápiz sepia, del cual hoy
en día hay copias de él en Argentina, Chile y Bélgica.
¡Gracias Miguel por compartir tus talentos y
regalarme generosamente tu tiempo!
María Adela Pon
Si te interesa conocer otros escritos publicados en este blog referidos a San Francisco, su filosofía de vida y el espíritu franciscano, te sugiero Un Santo patrono muy especial..., La Tau, La oración que San Francisco... podría haber escrito, La Cruz de San Damián, Un tributo a la amistad, Algo más que una pintura... una imagen... una estampa.
Si te interesa conocer más sobre esos compañeros, los que acompañaron mi caminar durante 30 años y con los cuales juntos construimos esa comunidad del Instituto, te sugiero otros escritos del blog como Buscando raíces..., Esos infatigables caminantes..., Un recuerdo... un anhelo... y un adiós, Con sólo nombrarla..., Un comienzo... que se renueva, Y Dios sigue entretejiendo la historia..., Cuando la nostalgia golpea la puerta... , 30 años ... en un poema,