sábado, 19 de noviembre de 2016

Huellas...



    En la vida de las personas y de las Instituciones hay fechas significativas con las que van  armando su propio calendario al ir incorporándolas con el devenir de su historia… y el 15 de Agosto es una de las fecha para celebrar en nuestro querido Instituto por varios motivos: la Asunción de la Virgen bajo cuya invocación fue puesta la Capilla del Colegio y un nuevo aniversario del nacimiento de la Congregación


    Pero el 15 de Agosto de 2015 fue un día muy especial y los festejos alrededor de esa fecha tuvieron realmente una connotación acorde al significado de la celebración… ese día se conmemoraron los 300 años de la fundación de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de Gante.


     Para recordar y comprender no hay mejor camino que volver sobre los pasos y remontarnos al principio aunque resulte repetitivo de lo escrito en otras publicaciones de este blog. Juana Teresa Crombeen nació en Bélgica el 19 de junio de 1652 y desde muy joven había ingresado con las Hermanas de la  Visitación. Después de 30 años de vida religiosa abandonó esa Congregación, anhelando “una mayor pobreza”. El 24 de septiembre de 1705 compra una casa para vivir en soledad como Terciaria de la Orden de San Francisco de Asís.

    Pero Juana Teresa, no satisfecha aún con los sacrificios que le imponía la vida del Terciario secular, maduró en su espíritu el proyecto de trabajar por el bien espiritual del prójimo, especialmente de la niñez necesitada, y de fundar una comunidad religiosa de jóvenes Terciarias como ella. El 15 de agosto de 1715 este anhelo se concretó con la admisión de cinco primeras compañeras que acariciaban el mismo ideal de unión con Dios y de apostolado fundando la “Reunión de Hijas Espirituales”. Sus fundamentos fueron servir, alabar; agradecer, de una manera auténtica y ferviente mediante los ejercicios espirituales y las obras piadosas y si bien sus miembros no emitieron votos, todas hicieron el firme propósito de observar la obediencia, la pobreza y la castidad y se comprometieron a vivir vida común y a dedicarse a la educación de niñas pobres.

    El 21 de julio de 1831, con la independencia de Bélgica, esta Comunidad es reconocida como Congregación, siendo su Superiora la Rvda Madre Coleta que es la segunda fundadora de la misma. En esa ceremonia, presidida por el Vicario General de la Diócesis de Gante Rvdo Padre Goethals, once solicitantes formulan los votos perpetuos de Pobreza, Obediencia y Castidad y visten el Hábito Religioso modificado.  En el año 1883 Monseñor Bracq Obispo de Gante, dio a la Congregación el nombre de “Hermanas Franciscanas de Gante”, les prescribió las Santas Constituciones  en la forma como hasta hoy se observan y las puso bajo la protección especial de San Francisco de Asís y como segundo patrono les señaló a San Vicente de Paul. Dos Santos Patronos que marcan la vida y el accionar de la Congregación, seguramente es por eso que en su libro las Hermanas consignan: “….las Hermanas se esmeran en fusionar en sus almas la pobreza, la sencillez, la alegría franciscanas  con la caridad vicentinas.”

    Con ese espíritu franciscano y vicentino inflamando sus corazones llegaron las primeras Hermanas a nuestro país traídas por Monseñor Teófilo Van Damme.  Seis Hermanas fueron las  que llegaron el 23 de julio de 1893 al puerto de Buenos Aires provenientes de la Casa Matriz de Bélgica y a Villa Urquiza el 2 de agosto para fundar el Hogar La Providencia: la Rvda Madre Ángela (Hortencia Colleman) Superiora local; la Hna Filomena (Stefanía De Vos) cuando ya estaba inválida volvió a la Casa Matriz en Gante;  la Hna Constancia (Sidonia Morsamt) trabajó 22 meses en Hogar La Providencia y luego fue Superiora del Asilo Maternal Santa Rosa de Paraná; la Hna Gonzaga (Celestina Delplace) trabajó también en el Asilo Maternal;  la Hna Valentina (Ida  Goossens) fue Superiora en los Colegios-Hogares sucesivamente La Providencia, Cristo Redentor, La Inmaculada y San José  y la Hna Fabiana que fue la única de las fundadoras que  llegó a celebrar el Cincuentenario del Hogar Cristo Redentor en 1952.


   Con esa misión, otras Hermanas siguieron arribando a pesar de todas las dificultades y con esa sólida formación religiosa y pedagógica, el 21 de abril de 1895, se establecieron en Paraná, llamadas por la Sociedad de Beneficencia, a fin de iniciar un orfanatorio que denominaron Asilo Santa Rosa de Lima y luego comenzaron su tarea educativa en el Cristo Redentor un 27 de noviembre de 1902.  Aquí llegaron traídas por Monseñor Van Damme  para fundar un asilo para niños huérfanos con el nombre de  Asilo Cristo Redentor. Esto hecho se consigna y se celebra como acontecido el 23 de Octubre de 1902. 


     El caminar por estas tierras de esas cien Hermanas belgas que durante el período 1893-1953, llegaron en las “caravanas” se terminó en Argentina con la muerte de la Hna Celine Quatacker en el año 2007.  La pobreza fue su compañera de mucho tiempo, el clima les requirió abnegación y sacrificio, el idioma les pidió constancia y tesón, la educación de los niños les exigió dedicación, paciencia, amor maternal. Al declinar sus fuerzas, algunas regresaron a su lugar de origen pero la mayoría descansa en el Cementerio de las Hermanas en Villa Urquiza. Pero ese caminar fue acompañado por el aporte invalorable de las Hermanas argentinas ya que en 1904, después de la llegada de la sexta caravana de religiosas belgas a estas tierras, en ese Asilo, en ese Cristo Redentor que desde el comienzo se había transformado en la Casa Central… fue donde se abrió el Noviciado en nuestras tierras. En 1900 se había presentado la primera joven pero como no existía el Noviciado fue enviada a Gante para hacer allí sus años de prueba. La Hna Paulina Fontana me contó que conoció esta Hermana, que trabajó con ella y así recordaba este hecho: “que la primera vocación de estas tierras hizo su Noviciado en Bélgica. No sé cuándo regresó a Argentina, pero la conocí muy bien en Paraná: era la Hna Bedman quien trabajó muchos años en Villa Urquiza y luego en Paraná.”


   Y así Hermanas belgas y argentinas,  juntas siguieron sembrando y sembrando… llevando el espíritu franciscano de Juana Teresa a diferentes lugares donde desarrollaron y en la mayoría de ellos siguen desarrollando, incontables tareas educativas, pastorales y de servicio: Entre Ríos, Santa Fe, Formosa, Corrientes, Santiago del Estero, Chaco y hasta en el país hermano de Chile.


    La última fundación realizada por Monseñor Van Damme antes de morir fue en 1908 del Colegio- Hogar “La Inmaculada” en Villaguay (Entre Ríos),  su Escuela Anexa Nº 82 “Mariano Moreno” al que luego las Hermanas incorporaron el “Instituto La Inmaculada”.  Años más tarde las Hermanas continuaron esa obra y es en 1919, en Chajarí (Entre Ríos), que fundan el Colegio- Hogar “San José”, su Escuela Anexa Nº 84 “Manuel Belgrano” y posteriormente el “Instituto San José” y también el Profesorado, comenzando de esta manera la expansión de la obra de amor por parte de la Congregación. En  1921 surge en Paso de los Libres (Corrientes) el Colegio y Escuela Anexa “Niño Jesús” y en 1954 “Instituto Niño Jesús”; en 1923 en Urdinarrain (Entre Ríos) el Colegio- Hogar “Sagrado Corazón” y su Escuela Anexa Nº 68 “Mariano Moreno” ; en 1925 en Caseros (Entre Ríos) la “Escuela-Granja Nicolás Mugherli” y su Escuela Primaria Anexa Nº 78 “Justo J. de Urquiza”; en 1934 en Bella Vista (Corrientes) el Colegio “Nuestra Señora de Itatí”,  Pensionado para niñas y Docentes Rurales.

    Después del Concilio vino una nueva expansión: en 1957 llegan las Hermanas Franciscanas de Gante para hacerse cargo de la “Escuela José Manuel Estrada” en Larroque (Entre Ríos) y luego del “Instituto Nuestra Señora del Perpetuo Socorro” ; en 1960 a Monte Caseros (Corrientes) con Escuela primaria “Colegio San Gabriel”, Centro Educativo de labores femeninas, Comedor Juana Teresa (Las Hermanas ya no están allí desde 1976);  en 1966 se hicieron cargo del “Colegio San Francisco”, en Alcorta, Santa Fe (en el 2005 las Hermanas dejaron el Instituto); en 1971 se establecieron en Tintina (Santiago del Estero) con Colegio “Fray Mamerto Esquiú” y en La Cruz (Corrientes) con la misión Pastoral al servicio de los pobres, acompañando el proceso de formación de las comunidades cristianas y formación de Catequistas; en 1979 fundan la Comunidad en Vilelas (Santiago del Estero) también con una misión Pastoral y acompañamiento al grupo de jóvenes, y el Hogar de Ancianos en Quitilipi (Chaco); en 1980 en Las Lomitas (Formosa) el “Hogar Juana Teresa” donde  se da atención médica a niños de las comunidades aborígenes Wichis y Pilagás y criollos y apoyo escolar y se trabaja en la formación de los agentes sanitarios aborígenes y criollos; y en Quimilí (Santiago del Estero) la Escuela Primaria “San Francisco de Asís”; en  1987 formaron la Comunidad de Gaucho Rivero en Paraná (Entre Ríos), allí la Escuela Primaria Nº 201 “Gaucho Antonio Rivero” si bien es una escuela pública, fue fundada en 1989 por iniciativa de las Hermanas; en el 2002 fundaron el Centro de día Virgen de la Esperanza  y la Escuela Privada de Recuperación e Integración Nº 207 "Juana Teresa Crombeen" en 2007.

    En Chile fundaron las Comunidades de Sevilla, Salamanca, Padre Hurtado y Curicó. En Salamanca estuvieron a cargo desde 1964 del Colegio “San Francisco de Asís” de educación primaria y secundaria el cual no hace mucho dejaron;  y en Santiago, en el Colegio  “Victoria Prieto” de Enseñanza pre básica, básica y media fundado en 1900 y al que, con el paso de los años, la “Sociedad Victoria Prieto” encargó a las Hermanas Franciscanas de Gantes la tarea de continuar con la misión educativa del Colegio. En 1995, el Arzobispado se hizo cargo de su gestión, entregándola a la Corporación Educacional del Arzobispado para su sostenimiento y administración.



    El año pasado se cumplieron TRES SIGLOS de aquél 15 de agosto de 1715;  300 años de una siembra que comenzó en Bélgica pero, por la generosidad de las Hermanas, trajeron su llama de amor y servicio también a Latinoamérica… más que motivos para celebrar…y en nuestro querido I.C.R. lo festejamos con la participación de todos los integrantes de los distintos estamentos de la Comunidad Educativa!!!. Un mural engalana nuestro patio,  y un panel "Memoria, identidad, esperanza" realizado en el Instituto, un libro y una caminata fueron la expresión visible para toda la comunidad paranaense de este acontecimiento.

   La caminata fue pensada y organizada por el Área de Economía y Administración del ICR integrada por las Profesoras Lileana Duarte, Griselda De Ángeli y Alejandra Silva. Así fue convocada: “Caminaremos, simbólicamente, como lo han hecho nuestras Hermanas”  bajo el lema “Un encuentro de amor” y  presentada como una ocasión para el reencuentro con quienes forman o han formado parte de la comunidad educativa del Complejo Cristo Redentor o estuvieron vinculados a la obra de la Congregación: religiosas, docentes, alumnos, ex alumnos y público en general. Se realizó en la costanera de Paraná el día 8 de Agosto de 2015 y fue declarada de interés por la Municipalidad de Paraná, por el Honorable Consejo Deliberante y por la Cámara de Diputados. Al finalizar la misma se ofició la Misa en la Plaza de las Colectividades condicionada para tal fin. Los docentes del Área de Catequesis fueron los convocados para confeccionar el guión de la Misa y los del Área de Educación Física los encargados de estar al servicio del caminante.

   Y en esa caminata había un logo… un logo presente en las remeras de los participantes y un estandarte que lo mostraba en toda su magnitud. Un logo que surgió de un concurso en el cual participaron los docentes de todos los niveles educativos del Complejo Cristo Redentor (Escuelas Primarias, Instituto Secundario e Instituto del  Profesorado). El jurado estuvo integrado por docentes de la Escuela Primaria Nº3, docentes del Instituto Cristo Redentor D-12, docentes del Instituto del Profesorado  e integrantes del Centro de Estudiantes (las Hermanas estaban convocadas y les surgió un problema de solución urgente  por lo que no pudieron concurrir)

   El  logo elegido fue diseñado por  la Profesora Gretel Ramírez y digitalizado por la Profesora Mara Muscia (ambas pertenecientes al Área de Lengua y Comunicación)… un logo que expresa la misión de las Hermanas desde la creación de la Congregación: SERVIR, ALABAR, AGRADECER.

    Otro de los logos presentados por los docentes de la Escuela Primaria Nº 3, muy significativo también, fue elegido con una mención especial y utilizado en las tarjetas de invitaciones especiales y en los cancioneros.


     La Congregación también estuvo presente en los festejos con la organización del Panel "Memoria, identidad, esperanza", con las disertaciones del periodista Jorge Riani, el arquitecto Fernando Ponce y la Hermana Estela Giménez que se llevó a cabo en el salón de actos del Instituto Cristo Redentor, abierto para toda la comunidad. El periodista Jorge Riani, quien se desempeña en El Diario, La Nación y Revista Análisis, contó la historia del médico Sixto Perini, quien construyó esta suerte de castillo donde también instaló un observatorio astronómico y meteorológico a fines del Siglo XIX, y que pocos años más tarde, sería el edificio del Instituto Cristo Redentor.

    Por su parte, el arquitecto Fernando Ponce, docente y especialista en Patrimonio Arquitectónico Urbano, describió las influencias estilísticas arquitectónicas provenientes de la Europa medieval, en las construcciones tanto del Instituto como su Iglesia ubicadas sobre la parte más alta de Avenida Ramírez. Con claridad y una gran cantidad de fotos, mostró una faceta poco analizada de los estilos arquitectónicos en general, presentes en la ciudad, señala el escrito al que accedió este medio.

   Para el cierre, la Hermana Estela Giménez representando a la Congregación, sintetizó 300 años de historia dedicados como cuidantes espirituales y educativas de los que menos tienen y los más desprotegidos, tanto en Europa como en Argentina, particularmente en Entre Ríos, y en la vecina República de Chile.

    Los tres perfiles conformaron un panorama que sorprendió al numeroso auditorio con información, anécdotas y reflexiones resumiendo una marca espiritual, cultural y educativa que se apoya en tres siglos que lleva la Congregación. El panel fue coordinado por el profesor Claudio Cañete.

   Estuvieron presentes también por la Congregación la Hermana Martha Cuatrín, la Hermana Teófila y la Hermana Alejandra Seri. En representación del área de Educación Superior de la Dirección de Educación de Gestión Privada del Consejo General de Educación la magíster Zaida Cardozo. Además se sumaron invitados especiales, egresados de la casa, y los alumnos de la comunidad educativa del Instituto Superior de Formación Docente Cristo Redentor D-212. 


   Y en la celebración de tan importante acontecimiento no podían dejar de estar presentes los alumnos con su propuesta: la pintura de un mural. La idea surgió a través del Área Estético Expresiva, integrada por las Profesoras Ileana Álvarez, Laura Sterger y Ma Eugenia Bona con la intención de que quedaran plasmados en el patio principal del Nivel Secundario estos tres siglos de historia de la vida de la Congregación y su repercusión en la Institución. Para lograr el mural se trabajó con todos los cursos de los dos turnos; para ello, cada curso  realizó un boceto que representaba alguna de las etapas de esos 300 años, previamente propuesta, comenzando por la Fundadora de la Congregación y pasando por el trabajo que las Hnas realizaron primero en Villa Urquiza y luego con su arribo a Paraná, sin dejar de reflejar también el trabajo social que han hecho hasta la actualidad. Cada curso hizo su representación y luego las Profesoras lo dejaron plasmados sobre la pared a través de un trabajo de calcado sobre el muro para mantener la línea que ellos habían trabajado, y así lograr contar la historia de acuerdo a los dibujos que se habían propuesto.
   Para pintar el mural los alumnos asistieron en contra turno, conformando grupos de trabajo integrados entre 4 a 8 voluntarios por turno, un número que eligieron para extremar los cuidados ya que la tarea se tuvo que realizar con andamios.
   Si bien el trabajo que tomó más tiempo fue la elaboración de los bocetos, el de la pintura fue también arduo y trabajoso ya que durante semanas asistieron los voluntarios en distintos días y horarios previamente establecidos… pero todos los participantes en el proyecto… los alumnos que crearon los bocetos, los voluntarios que se ocuparon de la pintura y las Profesoras del Área que coordinaron la tarea y acompañaron a los chicos en el emprendimiento, están más que contentos… a la vista está el resultado de sus mancomunados esfuerzos… el mural no sólo adorna el patio sino que por muchos años estará allí contando la historia para todos aquellos que transiten tras sus muros. 

    Y otra expresión de celebración estuvo presente reuniendo a la Comunidad. Para conocer la idea y motivos que impulsaron a editar el libro “Inicios de la misión de la Congregación Hermanas Franciscanas de Gante en la Argentina”  nada mejor que las palabras pronunciadas por las integrantes del Área de Lengua y Comunicación: Gabriela Bulos, Mara Muscia, Silvina Pugliese y Gretel Ramírez durante los festejos del Día del Profesor, el 19 de septiembre de 2016. Así lo comentaba la profesora Gabriela Bulos: “Las Hnas Franciscanas de Gante fueron invitadas para venir a la argentina por Monseñor Teófilo Van Damme y aceptaron el desafío. No debe hacer sido fácil en ese momento para esas mujeres alejarse tanto de sus familias, de sus costumbres, de los lugares conocidos, de la lengua materna… y pensar en enfrentarse a vivir en otro país, en el sur del mundo.

   Tenían diferentes edades, diferentes temperamentos, pero las unía el amor a Jesús, la fraternidad y el amor al prójimo. Y eso habrá sido los que las mantuvo fuertes en el momento de dejar todo lo conocido.

   A nosotras, en el Área de Lengua y Comunicación, nos pareció emocionante conocer la mirada de estas primeras Hermanas, venidas desde Gante, sobre nuestro país, sobre Paraná y sobre Villa Urquiza, la casa que las recibió y la que tuvieron que transformar con mucho esfuerzo de sus propias manos.

   Les interesaba la Evangelización del pueblo, los Bautismos, los casamientos, la Catequesis de los niños y una educación que los preparara para poder ser libres y transformar sus vidas haciendo una sociedad más justa.

   Leyendo las cartas que habían enviado a sus compañeras que quedaron en la Casa Madre, en Bélgica, descubrimos que eran mujeres sencillas, con preocupaciones cotidianas por el precio y la calidad de la harina, por la pureza del vino que se iba a destinar a la Misa… pero por encima de todo eso,  tenían un gran sueño por cumplir y trabajaban diariamente para hacerlo realidad.

     Consultamos a las Hermanas sobre si les interesaba que se publicaran esa cartas y nos dedicamos a leerlas para seleccionar las que nos parecieron más significativas. Elegimos publicar cartas enteras y no fragmentos y recuperar el estilo sin modificarlo (lo que leímos fueron traducciones hechas por la Congregación).

   El Libro también incluye algunas cartas de Monseñor Van Damme que muestran su lucha cotidiana con las autoridades de la época por mejorar las condiciones de los huerfanitos que estaban a cargo de la Congregación.

   Para nosotras fue apasionante entrar respetuosamente en esa intimidad para compartir los ideales, las luchas de otras épocas y los logros de la Congregación con la que trabajamos diariamente y de la que somos parte por ser docentes del Cristo Redentor.

   Por eso, en el marco de los 300 años de la Congregación, comenzó nuestro proyecto de Área que tuvo su finalización ahora que ya son 301 años y es nuestro ferviente deseo que se cumplan muchos más.

   Creemos que esta historia es valiosa y no se debe perder. A estas fuentes debemos volver para beber la esencia de la vida de las hermanas Franciscanas de Gante y poder seguir nosotros transmitiendo sus valores que nunca pasan de moda”.


   Ese libro tiene un prólogo escrito por la Hna Martha Cuatrín y ella expresa con mucha sencillez y claridad su sueño cumplido de hacer conocer algunas de las cartas que las primeras Hermanas que llegaron a Argentina les enviaban a sus compañeras de Bélgica.

  “En el marco de la celebración de los trescientos años de la fundación de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de Gante, nos pareció importante dar a conocer las experiencias vividas y narradas por aquellas que pisaron el suelo argentino.

   Tanto las primeras Hermanas como el Padre Teófilo Van Damme, en su correspondencia epistolar dejaron grabados con lujo de detalles sus vivencias, preocupaciones y logros.

   Es de admirar su desprendimiento para dejar Patria, familia, idioma, y cultura para ocuparse de los necesitados de nuestro suelo y llevarlos al encuentro de nuestro Padre Dios y prepararlos para la vida, privilegiando a los niños huérfanos.

   La publicación de estas cartas es un signo de agradecimiento por todo lo brindado”.


    Seis Hermanas…  así fue el comienzo de la siembra en Argentina… aquellas once solicitantes que formularon los votos perpetuos de Pobreza, Obediencia y Castidad  el 21 de julio de 1831 en Bélgica, se transformaron en 1931 en 550 y en 1938 en 620 Hermanas entre belgas y argentinas que estaban distribuidas en 42 Comunidades en Flandes y Latinoamérica. En la actualidad (Octubre de 2016)  hay 17 Comunidades en Argentina en las cuales se encuentran ejerciendo su apostolado 36 Hermanas y otras 14 se encuentran en la Comunidad Van Damme en Paraná que es la Casa refugio para Hermanas ancianas o en recuperación por problemas de salud. En la Comunidad de Las Lomitas está la Hna María Francisca Teresa Tonina (Hna Bernardita); en la de Quitilipi la Hna Amalia Rosa Cardona; en la de Tintina la Hna Juana María Ortman; en Quimilí la Hna Ana Delia Herman; en Vilelas la Hna Ángela Sacks; en Bella Vista las Hnas Irma Celestina Brites y Dominga Beatriz Barrios; en La Cruz en la Comunidad “Nuestra Señora de la Asunción” la Hna Nilda Aguirre; en Paso de los Libres la Hna Gladys Elsa Sánchez; en Monte Caseros las Hnas Sara Goya, Yolanda Elena Ortiz y Ana Sacks; en Urdinarrain las Hnas Irene Estefanía Burchardt y Rosa Antonia Beatriz Taborda; en Caseros las Hnas Argentina Denis, Berta Isabel Denis, Sofía Castañeda, Alcida María Guifrey y Rita Isabel Satto; en Villaguay las Hnas Celia Nélida Barreto; Hna Ester Itatí Sánchez y María Inmaculada Concepción Gerstner; en Villa Urquiza las Hnas Francisca Folmer (Hna Alicia), Vendelina Krapp (Hna María del Valle), Adela Teresa Kamlofsky, Irene Duris y Luisa Conradina Heit.  En Paraná  se localizan varias Comunidades: la del Gaucho Rivero donde se encuentran las Hnas Elvira Bustos (Hna Mariana), Dolores María del Carmen Engelberger y Rosa Bustos (Hna Stellamaris); en Jujuy las Hnas María Lorenza Nerea Gutiérrez (Hna Teófila), Martha Guadalupe Cuatrín y Silvia Tulissi; en Cristo Redentor las Hnas Elsa Eulalia Bella (Hna Miguelina), Estela Beatriz Giménez y Lidia Alicia Seri (Hna Alejandra) que desde Enero de 2016 es la Responsable de la Provincia Argentino-Chilena de la Congregación (Hna Provincial); en Van Damme se encuentran las Hnas Exequiela Lacuadra (Hna Silvia), Ana Krapp (Hna Alejandrina), Elvira Gassman (Hna Natividad), Sofía Gassman (Hna Encarnación), Irma María Lucía Balcar (Hna Eduarda), Aída Julia Acuña, Rosa Mildemberger, Serafina Sacks, Teresita Florinda Leikan, Norma Ángela González (Hna Fides), Lía Delaloye, Marta Serafina Regner, Evarista Irma Goya y Antonia Alberta Pereyra (Hna Adriana).


   En Chile se encuentran 3 Hermanas: Marie Jeanne La Granje (Hna Michel) en la Comunidad de Curicó, Trinidad del Carmen Graver Cárcamo (Hna Trinidad) y Gabrielle Uyttersprot (Hna Gaby)  en la del Hogar del Padre Hurtado.


   ¡Cómo no nombrarlas en esta fecha tan especial si ellas son el símbolo viviente de una llama de amor que se fue propagando a través del tiempo! ¡Cómo no nombrarlas si siguen manteniendo viva esa entrega al servicio de los más pobres que soñó Juana Teresa para sus Hijas! ¡Cómo no nombrarlas si ellas encarnan el espíritu, la fortaleza, el sacrificio y la entrega de todas las Hermanas que ya no están físicamente pero perduran en el recuerdo y en las obras! ¡Cómo no nombrarlas si ellas son las que custodian las huellas… fieles guardianas de esas huellas que quedaron marcadas en todos aquellos que tuvimos la suerte de conocerlas a través de su accionar! ¡Cómo no nombrarlas si siguen entregando sus vidas al servicio de las Comunidades en las que les ha tocado trabajar, a pesar de la edad y de todas las dificultades que deben continuar sorteando! ¡Cómo no nombrarlas…!

   De las 53 Hermanas Latinoamericanas nombradas, 26 tienen más de 80 años, 20 superan los 70 y sólo 7 tienen menos edad. En la Casa Matriz de Bélgica gran parte de las Hermanas superan los 80 años.


    Lamentablemente las Hermanas ya no están presentes en algunos lugares por ellas recorridos y en las Comunidades por ellas fundadas ya se encuentran muy pocas… pero han dejado su siembra bien resguardada en los corazones de los laicos a los cuales acompañan en su tarea para que ese “espíritu franciscano” que tanto cuidan y protegen siga dando sus frutos e impregnando y fortaleciendo su accionar… y confíanel Noviciado no está cerrado… sólo ha entornado sus puertas… En este momento Agustina Bustamante Aguirre está en el Aspirantado y cursando tercer año del Profesorado de Formación Docente en el Instituto Superior de Formación Docente Cristo Redentor D-212 en Paraná. En esta etapa permanece junto a su familia y ocasionalmente va conociendo los lugares donde están asentadas las distintas Comunidades.



Congregación Crombeen

                                                   Un espíritu                       Un corazón                                        

En Flandes y  en  América del Sur







  El centro de la rueda representa el corazón de Juana Teresa, Corazón de mujer que desde muy joven se sintió tocada por Dios para servir a los pobres de su ciudad.  Su corazón sigue latiendo hasta hoy en las Hermanas, sus Hijas...y  la Rueda solamente puede seguir girando y manteniendo el carro en movimiento, mientras haya un espíritu entre los rayos, “un viento” entre esas Comunidades que viven desde un solo espíritu y  un solo corazón.

   Las «Hijas» de Juana Teresa… incansables caminantes que a lo largo de tres siglos impregnaron con sus huellas todos los lugares donde se establecieron. Huellas… que atesoran, siguen custodiando y dejando las propias,  las 53 Hermanas que están entre nosotros.



   ¡¡¡ Gracias Hermanas Franciscanas de Gante por 300 años de entrega y servicio!!!    






                                                                                                             María Adela Pon

Agradecimientos.

   En este escrito han colaborado con información muchas personas: Hna Martha Cuatrín, Hna María Ortmann, Hna Estela Beatriz Giménez; las Profesoras Gretel Ramírez, Mara Muscia, Gabriela Bulos, Lileana Duarte, Griselda De Ángeli, Alejandra Silva y Ma. de los Ángeles Scarafía de Zamboni; la Profesora ya jubilada Magdalena Zacarías, la mamá de ex alumnos Mónica Mascheroni de Guzmán y la ex alumna María José Lorenzini que en esta ocasión aportó  las fotos de la Caminata. Vaya para todas ellas mi agradecimiento por su tiempo y cooperación.